martes, 29 de marzo de 2011


Nadie sabrá jamás cómo quiero a Diego. No quiero que nada lo hiera, que nada lo moleste y le quite energía que él necesita para vivir, vivir como a él le dé la gana, Pintar, ver amar, comer, dormir, sentirse solo, sentirse acompañado; pero nunca quisiera que estuviera triste. Si yo tuviera salud quisiera darsela toda, si yo tuviera juventud toda la podría tomar, No soy solamente la madre, soy el embrión. el germen, la primera célula que- en potencia- lo engendró. Soy él desde las más primitivas y más antiguas células, que con el tiempo se volvieron él.

Nada describe mejor lo que hoy siento...

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